13 de Junio de 2020
“Yo soy el pan vivo que
ha bajado del cielo”
Después de celebrar la fiesta de Pentecostés, la presencia del Espíritu Santo en el corazón de
la Iglesia, el domingo pasado celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad un
solo Dios en tres personas y hoy en esta fiesta nuevamente le pediremos al
espíritu que nos guie con su sabiduría para; no solamente comprender el
significado de ella, sino que pueda tocar el corazón de cada uno de nosotros
para que nos convirtamos más a Jesucristo, Señor y centro de nuestra vida
cristiana.
La fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo
nos invita a reconocer su presencia en las especies del pan y vino consagrado ,
el sacerdote una vez que dice las
palabras de consagración, que son las mismas que dijo Jesús en la última cena,
sobre el pan y el vino éstas se
convierten en su Cuerpo y Sangre , por
tanto , es una primera y gran revelación
, cada vez que participamos de la Eucaristía , podemos decir con verdad que
hemos estado con el Señor cara a cara , y eso es una maravilla cada vez que
vivimos estos momentos en nuestra vida terrenal, por eso es tan importante
transmitir el amor a la Eucaristía a los niños comenzando en el reconocer esta
presencia en la santa misa.
Es cierto que podríamos decir muchas cosas en relación
a la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, los invito a que cada uno
pueda hacer su reflexión; ¿Cuáles son
las razones que tengo hoy para participar de ella? ; ¿Qué dificultades se me
presentan para que sea verdaderamente centro y fuente de mi vida cristiana?
Dos aspectos que me parecen buenos tener presente para la
celebración de esta fiesta en la iglesia.
“Pan vivo bajado del
Cielo”
Jesús se revela , es decir , da a
conocer su identidad , se presenta como el pan de vida eterna, es el alimento
para toda nuestra vida ;especialmente en los momentos de fatiga cuando nos
sentimos agobiados y cansados ; cuando nuestra vida pierde la dulzura para amar
a los demás ; cuando nuestra vida se oscurece y pensamos que no hay
razones para seguir adelante ; el pan
viene del cielo para conducirnos hacia allá , la meta del cristiano es la vida
eterna , el encontrarnos con el Señor al final de nuestra vida terrenal .
Pero hay también una segunda
dimensión , porque nosotros participamos de alimentarnos de este pan que nos
conduce a la vida eterna , debemos tener clara conciencia de quién come de este
pan no puede ni debe olvidarse del pan
material , hoy diríamos de las necesidades básicas de nuestros hermanos , esta
pandemia nos ha revelado la situación de muchos hermanos nuestros que necesitan
de nuestra solidaridad , en el colegio , y en mi curso en particular debo
preguntarme ¿Habrá alguna familia que necesita de mi ayuda?; ¿ Qué debo hacer
cómo cristiano?, es decir, el cristiano
, discípulo del Señor debe estar inquieto y dispuesto a prestar ayuda al que
hoy más lo necesita.
“Permanecer en el
Señor”
La palabra nos dice que para poder
permanecer en el Señor debo alimentarme
de este pan , es decir cada vez que
recibo al Señor mi relación con él está viva , y en la medida que no lo hago
ella empieza a debilitarse , sabemos que hoy estamos participando de una manera
distinta en las Eucaristías , en todas las parroquias de nuestra diócesis se
transmite la misa por distintos medios , la primera invitación es seguir
participando de ella de esta manera , pero también no olvidar que la lectura de
la palabra , la oración que podemos hacer en el momento de almuerzo con nuestra
familia, la oración personal, nos permite estar en cercanía con el Señor ,
permaneciendo con él .
Jesús permanece con nosotros, hoy
como siempre esta palabra es real, el permanece con nosotros cuando llamamos al
hermano para preguntar como está, Jesús permanece con nosotros cuando seguimos
sus pasos de solidaridad, es decir, cuando seguimos las huellas de Jesús en
este tiempo de pandemia en donde todos nos necesitamos desde la dimensión
física (Alimentación) y la dimensión espiritual (Orar unos por otros).
Pidamos esa gracia al Señor de
siempre maravillarnos que Dios todopoderoso se queda en las especies de pan y
vino para nuestra salvación.
Padre de bondad – Madre de ternura
cuida a todos los que forman parte del Colegio integrado de Talca.
Con Esperanza.
P. Cristian Avendaño B
Capellán Colegio Integrado de Talca